martes, 4 de mayo de 2010

miércoles, 11 de marzo de 2009

Santa Claus ya no vive en Macys













A mi hace años que me da vergüenza que podamos ser tan miserables de dejar que pasen estas cosas.

Fotografías

Apreciareis un descenso e incluso una falta de imágenes en las próximas semanas. Estos es debido a la perdida de la mayoría de ellas y a que con el nuevo portátil no puedo procesarlas, así que hasta que no llegue a Barcelona no podré colgarlas aquí.

A mouse in da house

Hoy me he levantado al grito de "Ratón en casa". Roosie, la china que duerme en la cocina, hacía rato que se preguntaba porqué Voltaire, el gato cabrón, intentaba abrir el mueble de debajo del fregadero. El gato es torpe con avaricia peor ha conseguido abrir la puerta y estaba como loco dentro. Cuando Roosie ha ido a ver que pasada, ha empezado a gritar como una loca. Yo me esperaba la típica rata gorda y cuando llego con la escoba me encuentro un ratoncillo de 4 centímetros marrón, de campo. Me he estado riendo unbuen rato, hasta que he cogido a Voltaire y lo he apartado, he sacado de la bolsa de Victoria Secret los detergentes y he salido fuera a que tenga una vida feliz junto a los millones de ratas de la ciudad.

El resto del día, entre que llueve y está gris, lo estoy dedicando a teñirme, hacer la colada e ir a la compra. A última hora de la tarde iré a repetir las fotos de Brooklyn Bridge, y mañana si hace bueno, las de Coney Island.

domingo, 8 de marzo de 2009

Vaya semanita

El lunes pasado nevó como no había visto nevar nunca. Una de las nevadas más fuertes del año en Nueva York y el Elliott enfermo en casa, yo me quedé también por miedo a coger frío. Seguramente fue un error de cálculo del que luego pagué las consecuencias sobradamente.

Así empezaba la peor semana de mi estancia en la Gran Manzana. Las chicas de Eslovenia, Eva y Tina, se pasaron mayoritarianmente todo los dias de compras. El martes fui a hacer fotos por Harlem y Columbia, y luego a visitar otro pedacito de MET. Quedé a las dos con Tina, y esperé fuera, con los pies empapados, durante media hora. La verdad es que había una parte enorme de pintura europea que no había visto, así como de los interiores.

Después estuvimos por el East Village, yo quería preguntar el precio de un tattoo pero no me atreví a entrar. Supongo que mi sexto sentido me decía que tenía que guardar esos 300 euros para otra cosa.

El horror llegó el miércoles, que me levanté con una bronquitis terrible, que arrastrarñia hasta el lunes de esta semana. A pesar de eso y del frío, me fui a Adorama a comprarme la 50D y el primer objetivo tele que tengo en mi vida, un 18-200. No es una L pero es una pasada. Por la tarde en casa con el loco del australiano. Sí, había un australiano también la semana pasada en casa, justo hasta el viernes por la mañana.

El desastre llegó el esa noche, cuando ocurrieron dos cosas: la muerte del Vaio y un mal backup que ha hecho que haya perdido prácticamente todas las fotos en alta calidad y la mitad en jpeg. No estuve renegando durante media hora porque me encontraba tan mal que no fui capaz ni de eso. Ayer en casa de María me grabé el disco para recuperar datos que ahora sí que tiene Vista, pero es un problema del disco duro. Habrá que esperar hasta que llegue a Barcelona, pero tiene mala pinta.

El jueves me fuí a hacer unas cuantas fotos con la cámara nueva a pesar de no encontrarme mejor y a comprar un Eee PC para poder hacer los trabajos de la uni y mantener la comunicación con la familia, pero la mala ostia que llevo encima y que llevaré el resto del viaje ya no me la quita nadie.

El viernes fue la fiesta de despedida de Tara, que se va a Omaha una temporada antes de irse para España. Fuimos a cenar con Ray y Matt a un restaurante de tapas. La verdad es que es curioso, además de caro, comer tapas de Nueva York. Como los calçots estan prohibidos en USA, me comí una torrada de ajos tiernos con romesco, y unas patatas bravas con la salsa a parte. Cuando llegue a Barcelona la mayoría de vosotros ya sabeis donde voy a ir a comer esas patatas bravas de verdad.

Después salimos por el East Village con más amigos de Tara, al Lets y al St Jeromes. El St Jeromes es un descubrimiento, con su hard rock de los 80. Me lo pasé francamente bien.

El viernes llegó Phillip, the german guy. Con él y las eslovenas nos fui el sábado a la librería Strand a perdernos por esos más de dos millones de libros. Lágrimas contenidas el 90% por no poder llevarme a casa la mitad de los libros de aquellas estanterías. Despues fuimos a otra gran cadena de librerías de NYC y de allí, a comer a un dinner. Primera y seguramente última hamburguesa vegetal del viaje, aunque no estaba mal no me gusta esa comida.

Por la noche había una fiesta en casa de Matt y Ray pero empecé a toser como una apestada y tuve que quedarme en casa. Domingo y lunes en casa, la verdad es que empezaba ya a pensar que me iba a quedar el resto del viaje aquí. Noemi me llamó a ver si necesitaba algo, auqnue teniendo a Elliott que pregunta cada vez que sale por la puerta y a las eslovenas que me trajeron naranjas y limones, la verdad es que no era necesario.

Pobrecitas Eva y Tina. Tenían el vuelo a las 11 de la noche y salieron del piso que iban a dar las 8, lo cual es muy poco margen porque el JFK está lejos y desde luego el metro los fines de semana funcionan fatal. Elliott estuvo el sábado haciendo paracaidismo y llegó a casa tarde, así que no las vió marcharse, pero sí las vió llegar. Y es que el servicio de las línia A y C no funciona estos días y se quedaron tiradas en una d elas paradas esperando. De allí a coger un autobús en una zona donde n passaba un taxi. El autobús lleno, tuvieron que esperar al siguiente, y llegaron al embarque diez minutos tarde. Hasta el domingo no puedieron irse.

El domingo por la mañana llegó Roosie, una chica china bastante curiosa y con la que Phillip y yo hemos tenido discusiones de los más estúpidas. Y es que cuando alguien no quiere razonar, no vale ni buscar en wikipedia. El lunes aparecieron dos hermanas de Uzbequistán que están trabajando y estudiando aquí. Es muy gracioso, una ha estado en Blanes y la otra aprendiendo castellano, así que con una hablo sobre Cataluña y a la otra le corrijo el acento en castellano.

Y ayer, martes, después del enclaustramiento, me fui al MET a comprar libros para la uni, me hice un minitour de animalillos por Central Park y después me fui Greenpoint a casa de Noemi.






















































Que pena perderme todo lo que han hecho este finde, que pena no ver a Santi y a la novia e ir con ellos a ver gospel, que pena la fiesta en Williamsburg, y que rabia perder las fotos. Me voy a la Laundromat a poner en la secadora la ropa, que ya ha pasado la media hora que dura el labado.

lunes, 2 de marzo de 2009

Another weekend

Ya he sobrepasado el ecuador del viaje, y ahora es todo cuesta abajo. Seguramente los últimos días me dará el estrés de ver todo aquello que me falta, que por una parte no es mucho pero que requiere tiempo. En especial, museos y tiendas.

Hoy ha amanecido nevando muy fuerte, así que los planes de hoy se han ido a la papelera, o mejor dicho, se retrasan hasta mañana. Y es que no es plan salir así a la calle.

El viernes hizo mejor día y nos fuimos de picnic a Dumbo. Quedamos en Borough Hall algunos de los madrileños, porque Santi tiene aquí a la novia y está desaparecido, y vimos la zona de Brooklyn Highs, hasta llegar al puente de Brooklyn. No hacía un día soleado, más bien gris. Después de comer en un parque andamos por el puente hasta Manhattan.

Como final de la excursión, cogimos el ferry hasta Staten Island. Allí nos tomamos el café con leche más caro de la historia y después de una charla de al menos una hora volvimos. Yo me quedé en casa porque ya no me acababa de encontrar bien. Tengo que recordar que comer cebolla no es bueno para mi salud.

El sábado intenté ir a comprar un par de cosas pero justo la tienda a la que iba estaba cerrada. No se puede tener más mala suerte. De allí a casa de Noe a comer, pero a unas hora muy española: las 4 de la tarde. Así que fuimos al PS1, una parte del MOMA que está en Queens, pero llegamos para media hora, así que vimos solo dos instalaciones.

Como mi casa está muy lejos de Williamsburg y no sabíamos que hacer luego, volvía casa con ellos. Al final decidimos ir a ver un concierto en Zebulon, un bar que hay cerca de Bedford. El grupo era el típo soundsystem de reagge, que estaba bien un rato pero que al fnal parecía que no cambiaba de canción. Gracias a las obras del metro, llegué a casa sobre las 3 de la mañana.

No me pude despedir de Ashlee, la australiana, porque estava durmiendo, y tampoco vi llegar a las eslovenas. El domingo tocó limpieza y lavandería, y leer apuntes.

Hoy no parece que vaya a ser mucho más interesante, no tengo ganas de acabar como Elliott, que tiene una gripe bastante fea.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Coney Island

El martes por la tarde se me ocurrió ponerme a ver Milk. Gran película pero muy muy muy triste.











El miércoles estuve en Coney Island, básicamente paseando, toda la mañana. Es un sitio extraño, en parte porque están desmantelando todo el parque de atracciones, en parte porque tiene una fisonomia anticuada. Es el típico barrio de las afueras de cualquier gran urbe, con altos edificios de ladrillo donde vive la gente.












En el fondo no deja de ser un barrio de inmigrantes rusos que seguramente tendrán que volver a cambiar de situación debido a la especulación del terreno.

























































Antes de llegar a casa me paseé un poco por Prospect Park, en vez de coger el transbordo hasta Franklin Ave.











El resto de la tarde la pasé leyendo apuntes y viendo APM? online en el portátil.

Hoy ha sido aún más tranquilo. He estado en casa de la hermana de Meredith por la mañana porque tenía un trípode de un maigo suyo y he ido a devolvérselo, y hemos estado comiendo bagles y bebiendo café. Después por la tarde he estado arreglando algunas fotos y mirando precios de cosas que seguramente compre antes de volver a Barcelona y, sobretodo, antes de que el dolar suba más, así que seguramente lo haré esta semana para conseguir el mejor precio en euros.

Además hoy llegaba un chico brasileño a casa y ya que tenía cosas que hacer aquí prefería esperarlo. Es difícil que me cae mal alguien con una camiseta de Teen Idols. Así que nos iremos todos, incluida la austrailana que lleva aquí desde el sábado, a la fiesta de Couchsurfing semanal en el Revival Bar.