jueves, 12 de febrero de 2009

¿Alguien tiene un peine?













Viento. Hacía sol a ratos y muchas nuebes, pero sobretodo hacía viento. No hacía realmente mucho frío, pero se te clavaba arena y grabilla en la cara. He visto a más de un padre hacer esfuerzos sobrehumanos para hacerse con el cochecito del bebé.












Así que decidí volver Prospect Park y llegar hasta el lago. Sin duda es el mejor parque de Nueva York. Hubó un momento en el que ya no iba por ningún camino y tenía los pies llenos de barro, el viento de cara y los remolinos de hojas me envolvían. Era como ser Lizzie Bennet y caminar apresuradamente para llegar... a donde fuese.























El lago es enorme y toda la zona boscosa está muy bien cuidada. En primavera será espectacular. Aunque todavía había una fina capa de hielo en el agua, el color verde ya asoma por todas partes.




































Me queda totalmente pendiente el Jardín Botánico de Brooklyn después de ver el del Bronx.

De allí me fui a Upper East Side a ver la fachada de la casa de Holly en Desayuno con diamantes. Una pena que estén de obras, tendré que volver.











Y ya que estaba, bajé por la Quinta unos 20 calles, luego fuí para Times Square y bajé hasta la 14 por la Fashion Ave, és decir, por Chealsea. Después de dos días de tan poco movimiento hacía falta andar.












Esta noche iremos las tres chicas del piso al Revival, que ya es una costumbre. Seguramente el lunes ninguna de las dos esté ya por casa, aunque habrá vuelto Elliot.

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