martes, 24 de febrero de 2009

And the Oscar goes to...

... Noemi! Y es que fue ella la que más contenta estuve esa noche en el Union Bar. Fue la primera y en la frente, es decir, se lo dieron a Pe para horror de muchos pero ella encantada.

Después de unas cuantas horas y de estar hablando de cualquier cosa menos de los Oscar, nos fuimos cada uno a nuestra casa, si es que aquí tenemos de eso.

Lunes de paseo y de gasto. Básicamente ropa interior, porque seguramente por culpa de la laundry se me está haciendo polvo, y por fin tengo a Holly en casa. Y es que la larguísima cola del sábado en Build-a-beard el lunes era tan sólo una familia. Pues a gastar le compré a Juanjo, mi gato karateka, un traje del Nascar. Al llegar a casa me di cuenta de lo deportistas que son mis peluches.

Como no podía ser de otra manera, cogiendo el 6 en Grand Central para ir al East Village, unas españoles, la madre y tres hijas, con apariencia de ser del foro de la familia, se pusieron a mi lado en el vagón. La niñas, o las adolescentes, quería ir al Soho, así que una optó por preguntarme a mi. Muy gracioso oir su (falta de) acento, como oirme a mi misma preguntando. Le contesté en castellano que se podía bajar en Bleeckert St o en Spring St, y que el Soho era muy pequeño, que era mejor que empezaran en Bleekert y bajaran. A partir de ahí empezaron una serie de preguntas del tipo ¿es segura Nueva York? ¿tú no eres de aquí verdad, eres española? y estupideces similares que deberían haber sido preguntas retóticas pero de las que esperaban realmente contestación. Me quedo, igualmente, con la pregunta de la más mayor ¿llevar una lágrima tatuada significa haber matado a alguien? Es que ese hombre de detrás mío lleva dos... Impagable.


Por la tarde descansé más bien poco, llegué a casa y los daneses ya se iban. Ahora sólo está la australiana que llegó el sábado. Fui a buscar a Santi para ir al Arlene's Grocery. Nos despistamos un poco y cuando fui a apuntarme estaba la lista casi llena, y cantar al final allí es terrible: primero porque casi no hay gente, y segundo porque Santi y Tony se tenían que ir a las doce. Noemi apareció más tarde, y me supo muy mal porque venía por verme a mi.

Estuvo bien, pero hubiera preferido estar en el Antikaraoke de Carnaval, y no es porque la compañía en Nueva York no sea buena, porque es excelente, sinó porque ya son muchos días sin verlos.

Hoy he salido a hacer un par de cambios de la ropa que me compré ayer y a caminar por algun sector del midtown que me quedaba por recorrer, empezando otra vez por Chelsea. La intención real era ir a Harlem o incluso hasta Inwood, pero me di cuenta muy tarde que no tenía casi batería. Hacer un viaje de una hora o más para tirar 10 fotos y volver no me parecía razonable.

Por la tarde me he dedicado a las fotos y a ver "Milk", a leer unos apuntes y a hablar por teléfono con Enric.

Por cierto, las hamburguesas veganas congeladas del super de al lado del metro estáb buenísimas.

2 comentarios:

  1. 1 lágrima tatuada asesino, 2 lágrimas terrorista, 3 asesino en serie....

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  2. Mucha gente a la que le han caido 10 años o más también se lo ha tatuado. Muchos miembros de bandas las llevan para farolear aunque no hayan matado a nadie, así a estas alturas se ha distorsionado todo un poco...

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