Miércoles

Me empieza a costar saber en que día de la semana vivo. Una parte de culpa la tiene la falta de rutina laboral, la otra el hecho de hablar con la gente que anda por Europa. Y sin tener en cuenta los horarios de la universidad, que necesito tener dos relojes para saber que día empiezan y acaban las matrículas.

Hoy ha sido otro día de agotamiento. Iba a coger el metro para is al ferry de Staten Island, pero me he pasado de largo y he seguido andando, hasta llegar al Museo de Brooklyn. Hacía demasiado buen día esta mañana como para pasar horas allí metida, así que seguí andando hasta el parque.
Prospect Park no es tan grande como Central Park, pero llegados a estas dimensiones, es difícil notar la diferencia. Sin embargo, estructuralmente es muy diferente. Tiene varias zonas planas enormes, donde la gente en verano hace picnics, y ahora se dedica al esquí. Sí, la gente esquía en el parque. Otros se tiran con trineos, o tiran a sus hijos con trineos, desde alguna zona inclinada.
No llegué hasta el lago porque al estar helado y con nieve encima, no iba a sacar mucho provecho. Sin embargo estuve en la zona de bosque que se ha recuperado, al rededor de una fuente natural que se convierte en un riachuelo con más agua que la mayoría de ríos catalanes a su llegada al mar. Es que se me viene el Llobregat a la cabeza.











La pista para patinar sobre hielo sólo cuesta 5$ y, aunque la de Central Park tiene más glamour, es más barata y me cae mucho más cerca. Mañana me compro los patines, porque es facil sacar unos nuevos por menos de 30$ y alquilarlos cuesta 11. Ahora a pedirle a la Moreneta que no me parta una pierna.
Después otra vez al metro y, ahora sí, a coger el ferry a Staten Island. Ida y vuelta sin pisar tierra más que para cambiar de barco, lo único remarcable es que tuve que limpiar las lentes y en sensor y aún así las tengo sucias.
Un desastre. Las fotos no han quedado mal, pero he tenido que retocar alguna para que no se vieran manchas, algo que encima de no gustarme nada, da mucho trabajo.











Antes de volver a Brooklyn me he vuelto a pasear por Tribeca, Chinatown y por Little Italy. Aunque parezca mentira, es más grande de lo que parece esa zona.











Y el resto del dia, o de la tarde, lo he pasado en casa, buscando direcciones y organizando el resto de la semana, arreglando la tonelada de fotos que he hecho y pensando. Porque antes del domingo tengo que tener un propuesta de PFC que enviarle al profesor Pouplana y eso requiere tiempo.
Por cierto, hoy ha sido mi primer dia sin abrigo y sin botas de nieve.